08, Apr, 2015 en Odontología

Muchos habréis notado que con el paso del tiempo los dientes se van desgastando, es decir, que los tejidos que los conforman (esmalte y dentina) van perdiendo densidad. Es un fenómeno en parte fisiológico, inherente al paso del tiempo, que se ve potenciado por varios factores:

- Masticación. Es el desgaste que se produce por el contacto del bolo alimenticio con los dientes durante el proceso de la ingesta de alimentos. El grado de desgaste dependerá del potencial abrasivo de los alimentos, que hoy en día, por regla general, es muy bajo.

- Abrasión. Se trata de un desgaste provocado por agentes exógenos, como por ejemplo un cepillado muy agresivo provocado por la utilización de un cepillo de cerdas duras. Desde Isidro y Márquez Estética Dentofacial recomendamos un cepillo de dureza media, con el cabezal pequeño y un mango largo que llegue a todos los rincones. Recordar también que es conveniente cambiarlo cada tres meses.

- Atricción. Es el desgaste que se produce sin la presencia de un agente externo. El ejemplo más claro lo tenemos con el bruxismo, una dolencia de carácter muscular y nervioso que provoca el rechinamiento de los dientes de forma inconsciente.

- Abfracción. Es una pérdida de tejido en el cuello de los dientes que normalmente se origina cuando la encía se retrae, ya sea por el paso de los años o por dolencias como la enfermedad periodontal.

- Erosión. Es el desgaste dentario provocado por agentes químicos. Puede ser endógena, si se debe a los ácidos que genera nuestro estómago; o exógena, cuando proviene de un consumo excesivo de alimentos ácidos o de ambientes cargados de elementos corrosivos (industrias químicas, piscinas, etc…).

En Isidro y Márquez Estética Dentofacial recomendamos acudir al especialista si notamos que nuestros dientes pierden densidad. Haremos un estudio exhaustivo para determinar las causas, ya que la degeneración de las restauraciones será similar a la de los dientes naturales.