03, Nov, 2013 en Belleza

Estamos acostumbrados a oír que en verano hay que proteger nuestra piel del sol, pero lo que no mucha gente sabe es que los factores climatológicos típicos del invierno como son el frío o la lluvia, pueden ser igual de agresivos para nuestra piel.

Los cambios bruscos de temperatura deterioran su capa hidrolipídica, dejándola desnuda frente a las agresiones externas, lo que conlleva una pérdida de agua y a una aparente deshidratación. Los síntomas son sequedad, descamación, falta de brillo e incluso pequeños eccemas.

A continuación desde Isidro y Márquez, Estética Dentofacial, te damos los siguientes consejos para cuidar tu piel:

- Debes poner especial atención manos, cara y cuello, ya que son las zonas más expuestas a las bajas temperaturas. Para ello es conveniente utilizar cremas con nutrientes para que nuestra piel esté ‘alimentada’. Además, no hay que olvidarse de que en invierno también hace sol, por lo que la crema debe contar con un factor de protección solar mayor de 15.

- Los labios son otra de las partes que más sufre. Para hidratarlos debes utilizar siempre un protector labial, humedecerlos con saliva puede producir una irritación adicional.

- Si practicas deporte al aire libre, utiliza prendas que transpiren y permitan la evaporación del sudor. De lo contrario tu piel podría irritarse.

- Aunque te apetezca no tomes un baño excesivamente caliente ya que puedes dañar el manto hidrolipídico de la piel. Lo conveniente es una ducha rápida con agua tibia que nos haga entrar en calor.

- Una vez nos duchemos, es conveniente hidratar la piel poniendo especial hincapié en codos, rodillas y zonas que se resecan con mayor facilidad.

- Sería conveniente que la temperatura en casa no superara lo 22 grados y que se contara con un humidificador para que la calefacción no reseque el ambiente en exceso.