31, Jul, 2013 en Odontología

Todos sabemos que las vacaciones son tiempo para disfrutar, desconectar y relajarnos. Pero en ocasiones nos relajamos y desconectamos tanto que nos olvidamos de hábitos que deberían ser imprescindibles en nuestra rutina diaria. Nos referimos al cuidado e higiene de nuestros dientes.

Una de cada cuatro personas reconoce que no se lava los dientes durante las vacaciones. Si lo sumamos a que también descuidamos nuestra dieta y a que tomamos bebidas y alimentos fríos que pueden ocasionarnos sensibilidad dental, hacemos que para nuestra boca, dientes y encías, las vacaciones se conviertan en una auténtica pesadilla.

Como ya hemos comentado, los principales riesgos que sufre nuestra salud bucodental vienen provocados por una falta de higiene. Pasamos más tiempo fuera de casa y comemos a menudo a deshoras, por lo que en ocasiones nos es imposible lavarnos los dientes. Desde Isidro y Márquez, Estética Dentofacial aconsejamos siempre consigo un pequeño kit de higiene dental con cepillo, pasta de dientes, colutorio e hilo. Su tamaño es bastante reducido y a las mujeres no les ocupa nada en el bolso.

Pero si la situación no nos permite utilizarlo, lo conveniente es enjuagar nuestra boca con abundante agua después de cada comida o utilizar chicles sin azúcar que nos ayuden a salivar y a limpiar nuestros dientes hasta que podamos cepillarlos.

El segundo de los problemas es que nuestra dieta se vuelve un caos. Comemos a deshoras y más alimentos ricos en grasas y azúcares. Si a esto le sumamos la falta de higiene se puede crear un foco de bacterias que provoquen las temidas e incómodas caries e incluso la aparición de infecciones, hipersensibilidad o problemas en nuestras encías como la gingivitis.

Por otro lado, el exceso de alcohol y tabaco que se suele realizar durante las vacaciones, puede potenciar los problemas anteriormente narrados y además perjudicar el color de nuestra dentadura haciendo que se vuelva más amarilla.

Y por último otro de los factores de riesgo con el que no solemos contar es que durante el verano realizamos más deporte, sobre todo al aire libre. Esto aumenta el riesgo de sufrir fracturas dentales, principalmente los niños.

Los golpes y caídas suelen terminar a veces en fracturas en los dientes o con la pérdida incluso de de una pieza. En estos casos lo conveniente es acudir cuanto antes al dentista para que reconstruya o implante una pieza nueva, según el caso. Cuanto antes se haga más posibilidades habrá de salvar la pieza.

Como ven, el verano supone un auténtico riesgo para nuestra boca. Desde Isidro y Márquez aconsejamos disfrutar de él sin descuidar nuestra rutina de higiene, pero si aún así nos descuidamos más de la cuenta, sería conveniente realizar una visita al dentista cuanto antes. Nosotros trabajaremos durante todo el mes de agosto, pero si ustedes son de los afortunados que pueden disfrutar de unas merecidas vacaciones, háganlo… ¡les esperamos en septiembre!